Hay dudas importantes más allá de si la tortilla de patatas tiene que llevar o no cebolla. El desayuno dominical puede ser un placer servido en la cama, disfrutando del sol por las ventanas o del sonido de la lluvia mientras que seguimos cómodamente acurrucados por el calor del edredón. Pero también puede preferirse un desayuno en la calle, en una terraza y con la prensa del día, un buen libro o una buena conversación.
Nosotros disfrutamos de cualquier opción y tenemos especial debilidad por el brunch de domingo. Sabores dulces y salados al borde del medio día alargando los tiempos en una sobremesa relajada y con familiares y amigos.
Os animamos a que descubráis este pequeño placer si no lo habéis hecho aún, y por supuesto estamos para organizaros uno en casa o en alguno de los increíbles espacios que lo ofertan.
Feliz Domingo!
…Sureñamente
Se ve que trabajan uds. con suma elegancia y cuidando los detalles de sus eventos.
Muy interesantes sus matices sobre cosas sencillas que pueden revestirse de un halo de distinción.
Hablaremos en breve