Se desperezaba el cinco de diciembre y ya estábamos en carretera para ultimar los detalles que hay que dejar para el final.
El sitting, un mapa del reinado de Carlos V, elaborado con mimo y paciencia por Jose y Antonio, por fin vería la luz en el patio del Hotel Macarena mientras los invitados a la boda tomaban una copa de bienvenida y unos aperitivos deliciosos. El baúl restaurado y dos candelabros proporcionados por el restaurante del hotel conformaron el conjunto del protocolo de los asistentes.
Los meseros con cada país y sus pequeño desarrollo histórico tomaron posiciones en las mesas y tras recibir a Cristo Muñoz, el afamado cortador de jamón, pusimos rumbo a la Iglesia de los Padres Filipenses en el centro de Sevilla.
La Iglesia se quedó pequeña para tantos familiares y amigos que quisieron acompañar a los novios, y los tocados de Tavieletta -diseñados y elaborados por Leonor- provocaban admiración, distinción y elegancia.
Las flores elegidas por la novia con sumo cuidado provocaban la calidez del ambiente y arropados por los numerosos testigos se dieron el «Sí quiero» bajo la mirada atenta de padres y padrinos.
El clásico y elegante traje diseñado por Leonor era encantador y lleno de detalles, una tiara de brillantes y un bouquet de pequeñas flores blancas completaban el conjunto. Juan con un clásico chaqué era un novio perfecto, pero sobre todo ambos estaban muy felices.
Tras un almuerzo delicioso comenzó la fiesta amenizada por el DJ Pedro Cordón y Oh!Fotomatón . Especial agradecimiento a ellos por ser tan fantásticos compañeros de escena y por acabar siendo un poco parte de nosotros, ¡¡y aquí lo podéis ver!!
¡Qué seáis muy felices Juan y Leonor! Un placer acompañaros en vuestro día.